Actualmente, las ventanas con rotura de puente térmico se han popularizado y existe una variedad de ellas en el mercado, pero, ¿en qué consisten exactamente? En este tipo de ventanas hay una zona que impide que se transmita fácilmente el frío del exterior, gracias a un perfil de material que sea mal conductor de la temperatura, como puede ser la poliamida. En resumen, se intercala entre el aluminio una perfilería interna de un tipo de plástico para que la cara interior y exterior de la ventana no puedan intercambiar temperatura entre sí. El Código Técnico de la Edificación en España obliga a instalar este tipo de ventanas en el 80% del territorio nacional, es decir, en la mayor parte de las comunidades autónomas.
Sus ventajas son varias. En primer lugar, ahorra energía al evitar la transmisión de temperatura entre el interior y el exterior de la vivienda. Permite aprovechar de manera óptima la calefacción del hogar, minimizando la fuga de calor, ya que puedes tener unas ventanas de doble cristal que aislen bien la vivienda y que sin embargo dejen pasar el frío conduciéndolo a través del aluminio del marco. Así, la casa no se recalienta en verano ni se enfría en invierno.
Por otra parte, la rotura del puente térmico evita la aparición de la molesta condensación en los marcos y perfiles interiores de las ventanas, un fenómeno habitual en lugares de mucho frío, y que puede dar lugar a desperfectos en las paredes o el suelo.
Foto: Tesico