Las ventanas son, sin lugar a dudas, elementos fundamentales tanto en la vivienda como en una oficina o establecimiento comercial ya que, no sólo es la zona por la que entra la luz o la que protege de las inclemencias climatológicas, sino que también es uno de los elementos más importantes para garantizar la mayor eficiencia energética de los espacios.
Por ello, es importante tener en cuenta diferentes aspectos para elegir la que mejor se adapte tanto a las necesidades del espacio como a los gustos personales del comprador. En primer lugar, conviene conocer los diferentes materiales disponibles en el mercado –madera, PVC, hierro, aluminio, etc.- y las características y propiedades de cada uno para elegir el que resulte más eficiente y cumpla mejor con cada requerimiento.
Igualmente, es imprescindible valorar el hueco en el que se va a instalar la ventana –tamaño, dimensiones, forma, etc. – ya que de ello puede depender que se ubique un tipo u otro de vantana y que haya que invertir más o menos en su fabricación e instalación.
Por ejemplo, si se trata de un espacio estándar rectangular, son múltiples las opciones disponibles en el mercado, pero si se decide optar por ventanas cuadradas, ovaladas, circulares o, incluso, de diseños irregulares, la fabricación a medida –que no contempla limitaciones especiales- puede provocar un pequeño aumento del presupuesto.
Por otra parte, hay que elegir también el tipo de apertura que más interese y que, en términos generales, pueden agruparse en dos:
- Sistemas deslizantes: Ideales cuando no se dispone de espacio, aunque sólo es posible una apertura del 50%. En general, la estanqueidad y el aislamiento que ofrecen es algo menor que en los sistemas practicables, pero poco a poco se van desarrollando nuevas tecnologías y las pérdidas son prácticamente inexistentes –especialmente con el sistema oscilo-paralelo y las ventanas elevadoras-.
- Sistemas practicables: Son los que garantizan el mayor aislamiento acústico y térmico, además de mejorar las tareas de limpieza de los cristales y la ventilación de los espacios –aunque hay que tener en cuenta que para su completa apertura requiere mayor espacio que los sistemas deslizantes-. Entre este tipo de apertura se encuentran las que poseen giro horizontal y vertical y las plegables.
Por último, y para conseguir una personalización mayor en caso de que la estética sea uno de los valores por los que se decida apostar, cabe la posibilidad de elegir entre una gran variedad de colores –que pueden ser incluso diferentes en el interior y el exterior- y añadir pequeños detalles tanto a los marcos como a los vidrios.
Foto: Aluminios Barbadas